El Centro Albor
Arte y Cultura, inicia su temporada
teatral con la reposición de la mega obra teatral “Tupac Katari”. La pieza de
teatro de dos horas de duración que
tiene la participación de más de 130
actores.
Tupac Katari
es un espectáculo gigante y emblemático para el elenco alteño, quienes exhibirán
la puesta en escena en el Coliseo del Municipio
de Sica Sica, la obra teatral ritual, narra la vida pasión y muerte del líder
indígena Julián Apaza y todo el proceso de emancipación aymara. El nacimiento, el cerco de La Paz y
el descuartizamiento.
La
presentación se realizará este lunes 8 de Enero a horas 9.30, con un gran equipo de actores que inician su
temporada 2018.“Tupac Katari” es una adaptación teatral que se hizo en base a
los libros “La Rebelión de Tupaj Katari”
de María Eugenia Del
Valle de Siles, “La Lanza Capitana” de Raúl Bothelo Gozalves, “Tupac
Katary” de Alipio Valencia Vega, Tupak Katari vive y vuelve…C. de Felipe Quispe
Huanca, “La revolución India” de Fausto Reynaga, “Cuando sólo reinasen los
indios” de Sinclair Thompson entre
otros textos.
El estreno
de la obra se realizó en Noviembre del 2014 en ocasión de homenajear el
descuartizamiento del líder indígena, la obra también tuvo presentaciones
exitosas en el Polideportivo de El Alto, Coliseo Cerrado Julio Borelli de La
paz y el Palacio de los deportes de
Oruro.
”La realización de la obra ha demandado mucha inversión y que es muy difícil llevar mega espectáculos de alto nivel en vivo y que en el país no estamos acostumbrados a ver teatro masivo y de alto contenido histórico y social” sostuvieron los directores de la obra María Elena Cárdenas y Willy Flores, La obra tiene como despliegue más de 130 actores.
En el evento
también se distribuirán los libros de Fausto Reynaga “Revolución India” a cargo
del Vice Ministerio de Descolonización y el Municipio de Sica Sica.
DE LA OBRA
Ama suwa,
ama llulla, ama khella se escucha en la voz de
Manco Kapac y mama Ujllu, con la trilogía andina se inicia la propuesta
teatral de Albor, y el posterior encuentro de las dos culturas la occidental y
la andina, el primer genocidio y masacre realizado por los españoles en
Cajamarca hacia con los nativos.
El momento del nacimiento de Julián Apaza, aves
y dos cóndores sobrevuelan el espacio de Sullkavi Ayo Ayo, marcando como hito
el nacimiento del caudillo aymara. La recreación de las escenas nos llevaba a
constatar y ver lo más crudo de la historia de nuestros pueblos originarios la
expoliación, la explotación, las
violaciones al que siempre fue objeto el aymara. La “ley de pernada” se refiere a un presunto derecho que
otorgaba a los señores chapetones la
potestad de mantener relaciones sexuales con cualquier doncella. Es en ese
instante que surge Bartolina Sisa para luchar contra la corona, Sisa en su
andamiaje de comerciante conoce a Julián
y donde finalmente contraen matrimonio y unen sus vidas.
La
escenificación del cerco a la Ciudad de La Paz,
Julián Apaza, posesionado como el
mallku “Tupaj Katari” al mando de 40 mil hombres y mujeres desde El Alto,
sitian la Ciudad del Chuquiagu. Julián
lanza sus cinco puntos como condición para retirar el cerco: “1 Que los españoles nos entreguen sus armas 2. Que se apoderen de los fuertes 3.-
que nos entreguen a los corregidores 4.
Que los europeos se vayan a sus tierras 5. Que nos entreguen a los aduanistas, oficiales reales, hacendados y los curas párrocos que cuando la ciudad me
sea rendida se me reciba bajo palio”. Los chapetones aun con sus angurrias de
poder y prevalecer su poder colonial no aceptan el mandato y viene a su auxilio ejércitos foráneos donde
se libran luchas sin cuartel. El ejército de Katari no pierde ni un solo combate. Pero la
traición pudo más que el coraje y la lanza capitana de los kataris, finalmente
Bartolina es encarcelada y Julián Apaza traicionado es condenado a los peores suplicios, es
condenado al desmembramiento o al descuartizamiento para escarmentar la
rebeldía de los indios.
La obra es un épico y
sentido homenaje a los héroes del cerco,
a los más de 10 millones de indios que murieron en la mita y en las
minas, en el genocidio y la expoliación, es una interpretación de la historia,
desde su concepción comunitaria. Tupaj Katari es definido por sus directores
María Elena Cárdenas y Willy Flores como teatro ritual, porque se da vida a
dioses y deidades andinas. Los actores interactúan de manera circular y por
ello el escenario no tiene paredes ni un foro referencial, todos los actores los más de 130 son responsables de este hecho inaudito e inédito para el teatro
boliviano, que revaloriza la historia mítica de la lucha de los movimientos
sociales originarios del Kollasuyu.
La presentación
concluye con una escenificación de la intromisión imperialista, pero fiel a una
línea de acción, la obra en su epilogo revive al espíritu de Julián Apaza con
este llega el Pachakuty y el Jach`a Tata Danzate que es la representación del
Dios Wirakucha, junto a la danza de la sanación
se afirma con total
claridad, el triunfo del cerco al
colonialismo, del cerco al imperialismo
y un grito rotundo “Somos millones”
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